Mi Banda Sonora.

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Pincha y disfruta de un orgasmo musical.

lunes, 18 de junio de 2012

Doscientos quince.






No tengo doscientos quince tipos de perfume, ni doscientos quince vestidos en mi armario. No tengo doscientos quince pares de zapatos, ni doscientas quince personas con quien hablar en zapatillas de andar por casa. No me sobran doscientos quince euros en mi cartera que puedan pagarme nada de lo anterior. Por no tener, no tengo siquiera una cartera en condiciones. 

No tengo doscientos quince días para estar sin hacer nada, ni siquiera doscientos quince minutos al día para tumbarme sin más, a mirar el techo. Supongo que los tendría si tuviese doscientos quince mil euros en mi cuenta corriente. Aunque si los tuviese, llamaría las doscientas quince veces que hacen falta para hacer que te levantes de la cama y nos llevaría a viajar doscientas quince veces por Europa. 

Y aunque ahora no las tengo, inventaré doscientas quince excusas diferentes para volver, aunque me sobren más de la mitad y, en el fondo, todas sean la misma. 

No tengo mucho, pero me sobran sobran esos 215 kilómetros de más, que hacen que eche doscientas quince veces al día más de doscientas quince cosas de menos. 

La curiosidad mató al gato. Se preguntarán por qué, verán. Al gato le iban los deportes extremos, arriesgaba. El gato era guay, era la leche, la ostia, él mandaba. 

Pero... (porque lamento informarles de que siempre hay un pero), señores, el gato no contaba con que podía resbalar, no contaba conque cualquier día podía meter la ostia de su vida y esnucarse contra cualquier esquina. 

El gato era un puto kamikaze, señores, y así le fue. Eso si, el muy cabrón se marchó por la puerta grande. 

Están fundidos. Los autobuses me marean y los taxis son demasiado caros. Las calles me confunden y los semáforos se ríen de mí. El agua sabe a cal. La habitación huele raro. Estudio en una mesa para zurdos. El tiempo es pesado y se mide en campanadas. Odio ese maldito himno, el reloj de cuco del piso de al lado y a "Bartolo" con su flauta. La tele funciona como le da la gana y la nevera tiene pérdidas de orina. La noche es larga y mis focos están fundidos. Ya no tengo estufa. Cada vez hace más frío.



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