¿Sabéis qué es lo peor que le puede pasar a alguien después de un día maravilloso y de entregar todas sus fuerzas a alguien? Que al llegar a casa, al final del día, se dé cuenta de cuán desigualado está el mundo que le rodea. No solo por todo lo que sabemos sobre igualdad, clases sociales, y demás, sino por el hecho de que tú ese día lo has dado todo y más por hacer feliz a una persona y que de todas las personas que te rodean día a día y a las que tú entregas todo tu ser y existencia, tan solo 10 % de ellas (y estoy siendo muy optimista) van a pensar en ti durante ese día o intentan romperse la cabeza por hacerte la vida más fácil.
No pido regalos, no pido contra-regalos, ya que yo soy muy de regalar sin venir a cuento, por el hecho de ser un día más. Lo único que hecho en falta son algunos "gracias", "eres importante" y demás. No pido nada material, son cuatro palabrejas mundanas y corrientes.
Lo peor de todo es que ni en los momentos importantes la gente es capaz de mover un dedo. Son como bebés que esperan que su madre les pase por la batidora toda la comida y se las meta en un biberón. A veces, incluso hay que sujetarles el biberón. Lo que os digo: todo hecho y masticado. Pero luego son los primeros en querer ser tomados en cuenta. Vivo en un mundo completamente opuesto a mi, y de esto cada vez estoy más segura.
Que soy una derrochadora de simpatía día a día, SI, pero porque no me queda más remedio. Prefiero maquillarme una sonrisa siempre que puedo antes que romper a llorar que es lo que realmente me apetece la mayoría de los días. Y lo peor que te puede pasar en días como esos es que tu mecanismo de irritabilidad salte, que lo hace. No soy un muñeco de trapo sin ningún tipo de sensibilidad, ¿lo sabéis?
Y como siempre digo, esto no es un alegato público a que todos me den o dejen de dar mañana. Esto no es una tarea para mañana, sino un hábito que yo tengo con el resto del mundo que hace que mis cercanos sean felices, que es por lo que lo hago. Ahora es cuando viene el repelente y dice: "de lo buena que eres, eres tonta", a lo que yo respondo: "gracias, tú también eres muy simpático". Mi vida es una completa obra de teatro.
(Rompe a llorar en el acto y hace mutis por el foro.)
Freud
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