Vive justo ahí arriba ¿ve? en el último piso.
Nunca está sola, no, siempre hay alguien en casa; algo completamente inexplicable, para un ático sin ascensor ni escaleras… pero bueno, no busquemos tres pies al gato.
Como le iba diciendo, vive en el último piso, en el más alejado de George y sus hermanos. Es todo interior, sin luz, sin ventanas, algo bastante difícil de explicar en un ático… pero sigamos, no me distraiga, por favor, por raro que pueda parecer lo que le cuento.
No suele salir mucho, debido a su dificultad. Pero a veces, a pesar del pánico que saben que le supone, innumerables súplicas y alguna que otra lágrima, sus visitas, sus mascotas, las muy traidoras, le empujan a practicar caída libre; así que baja a ver a George a ras del suelo de vez en cuando. Luego vuelve arriba hecha polvo y con ganas de estar sola, pero no puede, siempre hay alguien, aunque sean sus propios bichos. Siempre alguien, siempre.
No sé si le tendrá en suficiente estima como para dejarle subir. Si es así, he de advertirle de Mala ostia y Carácter, muerden; aunque no creo que encuentre problema. Mala ostia duerme casi todo el día y Carácter es un insignificante perro patada. Tras deshacerse de ellos, Dependencia y Compasión le lamerán los zapatos.
Verá que se trata de una sola estancia llena de recovecos. Presume de iluminada transparencia, pero su pequeño cubículo es más neblinoso y laberíntico de lo que nadie pueda llegar a pretender. Ande con mil ojos, compruebe dos veces antes de poner un pie fuera de lugar y mire a su alrededor, las urracas y los cuervos son peligrosos. Revolotean sin descanso. Bueno… algunos; de hecho Orgullo se esconde desde que murió Amor Propio; se infla a Prozac, ansiolíticos y vodka, y solo recibe visitas de Envidia, buitre asqueroso.
Tenga especial cuidado con Odio y Repugnancia, aguiluchos sanguinarios, que se cobrarán su vida a pelo de conejo. Al igual que con la víbora; llegará a temer y a odiar profundamente a Malicia, se lo aseguro.
Sin embargo todo irá bien hasta que él no muera. Llámela loca, pero todos deberíamos tener un león. Sin Sentido Común, rey de su jungla, todo el tinglado se iría a la mierda.
No sé si ahora mismo la encontrará en casa. Últimamente visita a George más a menudo de lo que debería.
Pero de todas formas, solo es una mala racha.
¿Quién no ha tenido temporadas en las que cada día se le caía el alma a los pies?
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