Espero que no os pase lo que me ha pasado hoy. A pesar de que pareciese que hoy iba a ser un buen día, todo se ha venido abajo. Pero se me ha venido abajo por dentro, ya sabéis, porque por fuera sigo con esa sonrisa que me caracteriza.
En la biblioteca me he dado cuenta de que no se vivir. Que nadie me ha enseñado a hacer las cosas bien, ni siquiera a saber elegir.
Hoy me he dado cuenta de que todo hubiese sido distinto si en vez de reprimirme, hubiera hecho lo que en realidad me apetecía hacer. Quizás ahora mismo no estaría escribiendo en este blog, sentada en este sofá y escuchando esta canción... esta canción.
Me he puesto a pensar, que quizás lo que ocurrió ayer, podría haber ocurrido hace unos cuantos meses. Y no ha ocurrido porque no me dejé llevar por lo que quería hacer.
Escuchando esta canción... esta canción... me doy cuenta de lo estúpida que puedo llegar a ser a veces, de lo poco que aprecio vivir. Me sabe mal haber pasado 18 años de mi vida, sin hacer lo que en realidad me apetecía en cada momento.
Escucho "deberías ir con él", y pienso, no... Debería haber ido, ahora es tarde. No quiero ponerme melodramática, ni parecer la más enamorada del lugar. Para nada. Ni estoy enamorada, ni en realidad me gusta tanto como pienso.
Es lo que pasa cuando muchos meses después, aparece esa persona que te llamó la atención entonces y te hace sentir los 26 minutos al teléfono más entretenidos de todo el día.
Ya no se ni por donde me da el aire.
Ya no tengo nada claro.
"Hist" - William Turner
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