El paraíso debe ser algo así como si de repente alguien, en su infinita bondad y sabiduría, hubiese aparcado una hormigonera llena de Nocilla y un camión cisterna hasta arriba de birra delante de casa.
Como encontrarse, sin más, con una cabeza vacía y una acera llena de repartidores de pizza y vendedores de globos. Y una barra de bar kilométrica; llena de gente, pero en su justa medida; tan larga como alcance la vista.
Y música. Litros y litros y litros y litros de música para mezclar con todo el tiempo libre del mundo.
Regalame un Paraíso, aunque sea un Paraíso Perdido.
"Hérmes" - Giambologna
Como encontrarse, sin más, con una cabeza vacía y una acera llena de repartidores de pizza y vendedores de globos. Y una barra de bar kilométrica; llena de gente, pero en su justa medida; tan larga como alcance la vista.
Y música. Litros y litros y litros y litros de música para mezclar con todo el tiempo libre del mundo.
Regalame un Paraíso, aunque sea un Paraíso Perdido.

No hay comentarios:
Publicar un comentario