Tras una mierda de fin de semana y de semana entera, en realidad, me dispongo a intentar hacer frente a mañana, Lunes, con una buena cara y ganas de ser productiva. Aunque, sinceramente, todo en lo que puedo pensar ahora es en que se me pasen todos los dolores y poder decir que he aprovechado las horas de estudio. Hoy he estudiado en total 6 horas, pero tengo que afirmar que me han cundido 15 minutos.
Es el día a día de la desesperación. ¿Y yo pretendo tener cada vez más conocimientos? No será porque estudio a disgusto. Solo es que no me encuentro bien, o quizás eso me gustaría pensar. Ojalá no esté auto-engañándome, sería una noticia genial.
¿Sabes? Mañana va a ser un día amargo, de esos de cubatas de betadine-limón, me lo ha dicho el grajo que se posa todas las mañanas en la antena parabólica del edificio de enfrente. Sí, ese pajarraco arrogante que (des)entona "Wio" cada mañana. Espero aprovechar esta semana, porque como el día 21 no me sienta bien y a gusto, todo lo que he hecho hasta ahora no ha servido para nada. Es deprimente, soy deprimente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario