Mi Banda Sonora.

Mi Banda Sonora.
Pincha y disfruta de un orgasmo musical.

domingo, 26 de mayo de 2013

Puke

Yo soy débil. Al menos, antes tenía fuerza de voluntad y tomaba decisiones. Ahora no, ya no. Vivo en una burbuja de felicidad estúpida. Suena una bocina de coche de bomberos alejándose de mi vida. Yupi, yupi, hey.


jueves, 23 de mayo de 2013

Vuelta y vuelta.

Aquí al habla un trozo de pechuga de pavo. Todo fluye y nada permanece, y eso lo estoy viendo yo día a día desde hace poco. Tras unas fiestas de San Juan mano a mano con mi amiga Oihane todo se ve distinto. Conoces gente nueva te lo pasas bien y nadie te mira raro por tener cara de resaca permanente. Podría vivir en ese estado, no me supondría ningún problema. Esta vez los cambios son a mejor, o eso espero.

Además, mañana tengo mi primer examen, por el cual estoy taquicárdica no, lo siguiente a eso. Tanto que igual mañana no me despierto por un ataque. Esperemos que no. Queda semana y media para ser libre, ¿rendirme ahora? Para nada. Mucho ánimo a todos los que estáis como yo, porque en nada, nos vamos a montar la fiesta padre, San Juan del Monte 2013: parte II. Tiraremos la casa por la ventana. 

Gracias a todos mis acompañantes de este finde por hacerme la vida más sonriente y colorida. En especial a unos más que otros, no os vayáis a pensar. ¡Suerte en los exámenes, ratoncillos!



lunes, 6 de mayo de 2013

DIY: Mochila customeada

He estado más que ausente en el tema DIY últimamente, pero es que estoy a falta de tiempo. Se acercan exámenes y tengo miles de entregas. Pero bueno, aquí va el siguiente. Se trata de customear una mochila. En mi caso he cogido una mochila vieja que tenía por ahí.
Se necesita:

       - Pintura textil (los colores que vosotros queráis)
       - Pinceles de distintos grosores
     - Una mochila (es preferible que sea de color claro y lisa, en mi caso, era una de flores azules, así que tuve que darle varias capas de pintura blanca para poder trabajar en ella después)

Bueno, pues yo primero le he dado una capa de pintura blanca y luego negro en la base. Pero, la idea es cubrir toda la mochila con dibujos de lo que queramos. No hay nada estipulado, lo que tenéis que hacer es pintar la mochila, con dibujos, cuadros de colores, rayas, flores, lo que más os apetezca. En mi caso, voy a cubrirla con frikadas. Este DIY es muy libre, como véis, así que no me queda más que poner la foto de cómo me ha quedado al final. Espero que sea una inspiración y os animéis, yo he creado la mochila de mis sueños :D Si lo hacéis, mandadme una foto. 




domingo, 5 de mayo de 2013

La plaza (II)

Volvemos a la misma plaza del otro día. Pero en este caso, está desierta. Solo me encuentro yo en ella, sentada en el suelo, justo en el centro. Acompañada simplemente por el vacío, el dulce y sabroso vacío. No hay nadie más, pero sin embargo me siento más acompañada que ningún otro día rutinario. A veces somos nuestros mejores compañeros, los únicos que entendemos a la perfección la mayoría de las cosas. Da igual qué tipo de plaza tengas en tu pueblo o ciudad, porque esto va a ser siempre así.

Como os he dicho, estando solo todo fluye y nada permanece. Empiezo a pensar al límite. ¿Qué es lo que hay en mi vida y qué es lo que realmente quiero que haya?. En mi vida hay miedo, frustración, hipocresía y otras cuantas cosas fatales. También tengo el arte, las sonrisas, la franqueza y la comodidad. Esto último es lo único que quiero que haya. No necesito nada más.

Me sobra el 80% de mi vida. ¿Qué es lo que voy a hacer?, sacar todo lo que no tiene sitio. Prefiero tener partes huecas y vacías esperando algo con lo que llenarse a tener mi vida como un ático desastroso y desordenado. NO. Fuera falsedad, adiós hipocresía. 

Lo mejor es que esas partes todavía tienen la cara de ofenderse y presionar al ver que las estás echando de tu vida. Se lo digo claro: no quiero tenerte cerca, eres algo que no quiero a 2 km. de radio de distancia. Ahora mismo, me siento fuerte, me siento poderosa. Soy la reina y dictadora de mi vida, si tengo que pisar algo, lo pisaré. Claro que lo haré, sin con ello significa que todo lo que no quiero desaparecerá. Me siento Ana Bolena ahora mismo, llevo su collar incrustado en mi pecho.


miércoles, 1 de mayo de 2013

La plaza.

Mírala, es la reina de las locas. Todos piden a gritos su ejecución. Ahora mismo estoy en una plaza llena de gente, como en los mejores mercados del momento. Todos miramos hacia el mismo sitio, expectantes  ¿Hasta dónde ha llegado la falta de decoro? Gritan al viento: "¡Qué vergüenza!".  

Pienso qué habrá hecho esa mujer para ser tan odiada. Dicen que dejó de lado a los que la apoyaban. Comentan que se guió más por lo momentáneo, que por lo verdadero que le había acompañado toda la vida. Su entorno se cansó demasiado de advertirla de lo que pasaría. Y ahí la tenemos, delante de toda la sociedad, como un despojo humano. Grita suplicando el perdón, dice que no merece ser tratada así. Parece un escenario del medievo, pero no lo es.

La muchedumbre se va calentando y alterando. No soportan que ella, que les repudió en su día, quiera ver muestras de la clemencia que ella no dio. "¿Cómo osa?", piensan. El 80% de los presentes quieren verla hundida y descompuesta. Los 30 de la parte derecha han venido a ver si podían robar algo. Dos jóvenes acuden por ver si los chirmorreos estaban en lo cierto. Los balcones están abarrotados de señoras mayores, cuya mayor distracción son estos juicios públicos.

Y luego estoy yo, que me limito a observar. Pareciendo ajena a lo que ocurre me recluyo a la última fila, casi sin poder verla con definición. Yo, que parece que no tengo por qué estar aquí, me siento la más dolida de todos. Será porque yo fui una de las repudiadas. Y peor aún, fui juzgada por esta, sin ningún tipo de piedad. Ahora pienso, ¿seguirá pensando lo mismo de mi?. Pide clemencia a gritos, pero no sé si, en verdad, merece si quiera ser escuchada.