Paso mi mano sobre mi frente y ojos cada vez que algo me agobia. Mi "yo" del pasado lo hacía constantemente, cada vez que el peligro asomaba o se amontonaban tareas. Mi "yo" del presente es una mera transición, el camino hacia mi "yo" del futuro, que espero que se tome las cosas más a la ligera.
De momento creo que la cosa no va mal. Si antes tenía un gesto crónico a modo de tick, ahora sólo gesticulo dos veces al día. Creo que debo subirme la dosis de lectura y series un poquito más antes del verano, para terminar bien el tratamiento.
Algunos aplauden mi transformación, otros, en cambio, echan de menos a mi "yo" pasada. Quizás el cambio no sea la solución a mis problemas, pero puede que, al menos, me ayude a vivir mejor y con mejor humor. El cambio no es malo, es desarrollo, es avance. ¿O es que pasar de mensajes de humo o del telégrafo al smartphone no es cambio? Avancemos y cambiemos si es preciso, con tal de sentirnos bien (y que el resto lo vea).
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